El próximo 13 de octubre, Sele, el autor de El rincón de Sele, viajará, junto a un grupo muy reducido de viajeros al Reino de la Felicidad y hemos querido hablar con él para que nos cuente más detalles y curiosidades de su viaje de autor a Bután, un pequeño país todavía desconocido que vive abrazado por la Cordillera del Himalaya.
1. En octubre viajas a Bután, el Reino de la Felicidad. ¿Por qué has elegido este destino para tu próximo viaje de autor?
En realidad, lo extraño es no haberlo elegido antes. Este proyecto de viajes de autor en el que colaboro con PANGEA tiene la idea forme de crear equipos de viajeros y viajeras empedernidas que ansían destinos un tanto atípicos y de una organización algo compleja. Y Bután todavía está entre uno de los grandes secretos que guarda la Cordillera del Himalaya.
Templos, monasterios, el budismo tibetano más arraigado, paisajes excepcionales, una cultura milenaria… y poco turismo. Lo tiene todo para ser el escenario de una gran aventura como la que viviremos el próximo mes de octubre.
2. Aunque el viaje se centra en Bután estaréis dos días en Nepal. ¿Por qué merece tanto la pena visitar Katmandú?
Katmandú será la ciudad desde la que daremos el salto a la pequeña Bután. No podíamos permitirnos el error de no disfrutarla, aunque fuera un poco. La capital nepalí es fascinante, irrepetible, y cuenta con unos templos hermosísimos, pero, sobre todo, con un paisaje humano y cultural realmente vibrante. No se me ocurre mejor puerta que ésta para viajar al Reino de la Felicidad. En Katmandú sentiremos el choque cultural nada más bajarnos del avión.
3. No es la primera vez que viajas acompañando a un grupo pequeño de aventureros. ¿Qué crees que será lo que más les impresione de este viaje?
Ni la primera ni la última, que en agosto marchamos a Kamchatka y en diciembre regresamos a Santo Tomé y Príncipe. Y 2020 pinta muy bien.
Les va (nos van) a impresionar muchas cosas. Desde el vuelo a Paro sobrevolando los Himalayas y pudiendo ver el Everest y otros ochomiles a vista de pájaro a la subida al Nido del Tigre. Pero de lo que estoy seguro es que el grupo se va a quedar con lo agradable y simpática que es la gente de Bután, así como esa sensación constante de encontrarse en un país que no se parece a ningún otro, con unas tradiciones y unas creencias milenarias. Bután es algo así como un escondite de la pureza y grandiosidad de los destinos auténticos, destinos que te tocan la fibra.
Por otro lado, estoy convencido de que seremos extraños quienes iniciemos el viaje para regresar como un grupo de amigos que les apasiona viajar. Ese será también el ingrediente que no falte para esta aventura.
4. Dices que subir al Nido del Tigre es un hito viajero de los que quitan el aliento. ¿Por qué este lugar justifica por sí mismo un viaje a Bután?
El Nido del Tigre es el imán, la primera imagen que a muchos nos llegó de Bután. Imagínate, un monasterio colgado de un acantilado a más de 3000 metros de altura. Simplemente pensar cómo lo construyeron resulta increíble. Pero, ¿sabes? Lo hemos dejado para el final del viaje para terminar por todo lo alto, como ese objetivo soñado que nos ganaremos a pulso y que saborearemos con intensidad. Estoy convencido de que muchos nos vamos a emocionar cuando llegue ese momento. Pero ojo, veremos templos y monasterios tan o más impresionantes que éste. El dzong de Punakha, antigua capital butanesa desde el siglo XVII hasta 1955, será uno de ellos.
5. Algo que nos llama mucho la atención es que es el único país que mide la Felicidad Nacional Bruta. ¿Es la gente uno de los puntos fuertes del viaje?
En Bután no sólo está el PIB o el IPC. Qué mejor índice que el que mide el bienestar de sus habitantes, ¿verdad? Una medida que llegó de la mano de su penúltimo rey, que fue quien abrió las puertas de un país que tenía el turismo vetado hasta bien entrados los años ochenta. Por supuesto que la gente será uno de los fuertes del viaje. Los locales reciben al visitante con los brazos abiertos, sin ningún tapujo o miedo a la hora de mostrar públicamente su espiritualidad y creencias más profundas, y con ganas de saber qué hay al otro lado de los Himalayas.
Las escenas humanas, los peregrinos y peregrinas llegando a los lugares sagrados o haciendo su vida diaria en los pueblos por los que pasemos formarán parte de toda esta historia, nuestra propia historia, que tendrá lugar en Bután el próximo mes de octubre.
6. A pesar de ser un país con una cultura muy interesante, ¿tendrán cabida la naturaleza y la aventura en este viaje?
Paisajísticamente hablando, vamos a recorrer a lo largo y ancho un destino espectacular. Hablamos de un país donde todavía hay tigres, leopardo de las nieves, pandas rojos o que su animal nacional es algo que parece un buen con morro de alce y cuerpo de vaca, el Takin, una de las especies más extrañas del mundo. La biodiversidad de Bután es increíble. Pasaremos de observar picos inmensos a atravesar profundos bosques repletos de secretos.
7. Si te preguntamos por la curiosidad que más te llama la atención de este país. ¿Cuál dirías y por qué?
Desde pequeño me han impresionado las leyendas sobre el Yeti. Bután es el destino que ha reportado un mayor número de avistamientos del conocido como «abominable hombre de las nieves». Allí el «Migou», que es como se le llama a esta criatura, forma parte de las conversaciones de muchas personas que aseguran haber visto a este ser misterioso y peludo de más de 2 metros de alto, que camina erguido y que, según ellos emite un olor nauseabundo. Me encantan ese tipo de historias. Y veo que en Bután también. ¡Si hasta se creó un Parque Nacional exprofeso para la protección del yeti!
8. Aunque ya casi no quedan plazas para el viaje. ¿Por qué deberíamos plantearnos unirnos a la aventura?
En efecto, hay muy pocas plazas pero aún quedan, que es lo importante.
Sin duda quienes estén aún pensándose si unirse o no a esta aventura en Bután deben saber que recorreremos un destino singular, que a día de hoy es imposible hacer por libre y que vamos en una época excelente para ver despejado el Himalaya. Recomiendo que busquen fotos del nido del tigre, de Punakha, de Lhakhang Tschang o del Valle de Phobjikha. Y si les apetece juntarse en un grupo pequeño con un guía en castellano y con un servidor para divisar juntos todas estas maravillas, adelante, les estamos esperando. Es un viaje para cualquier edad y forma física. Como diría un lema turístico que leí hace mucho tiempo: «Hay lugares que engrandecen el alma». Bután es uno de ellos. Eso es algo de lo que estoy totalmente convencido.
Este será un viaje para sentir el aire más puro en el corazón del Himalaya, para recorrer sus amplios valles, disfrutar de fascinantes panorámicas y para conocer tradiciones ancestrales que aún siguen vivas. ¿Te gustaría viajar a Bután con Sele y descubrir de su mano los secretos que esconde el Reino de la Felicidad el próximo 13 de octubre?