A veces es el viaje el que te elige a ti y no al revés. A mí me ha pasado en muchas ocasiones y esta vez llegó el turno de Rusia. Me había imaginado infinidad de veces paseando por la Plaza Roja de Moscú, visitando los Palacios de San Petersburgo y navegando por sus históricos canales. Me había prometido a mí misma que iría algún día, pero por una cosa o por otra, nunca encontraba el momento. Aquella vez sentí esa llamada que sentimos todos cuando un viaje arde por dentro. Era mi oportunidad y no podía dejarla escapar. Así que el pasado mes de mayo- a escasos días del comienzo del Mundial de Fútbol de 2018- preparé las maletas y puse rumbo al aeropuerto, dispuesta a conocer San Petersburgo y Moscú en un solo viaje. Desde mi punto de vista merece la pena ver las dos ciudades a la vez en un viaje a Rusia. Aunque es imposible comparar una con otra, ambas son la combinación perfecta para saborear la parte más histórica de Rusia y no quedarse con hambre. ¿Te vienes?
¿Dónde alojarse en Moscú?
Aunque el tema del alojamiento depende del prepuesto de cada viajero, si el tuyo te permite concederte un hotel de cinco estrellas, yo te recomendaría, sin lugar a dudas, el Four Seasons. Este hotel no solo dispone de una ubicación ideal, a escasos metros de la Plaza Roja, el Kremlin y el teatro Bolshoi sino que, además, cuenta con un excelente restaurante acorde a su categoría. Si tu presupuesto es más ajustado, un hotel de cuatro estrellas que no te dejará indiferente es el hotel Accor, más económico que el anterior y a escasos quince minutos de la emblemática Plaza Roja. Ubicado al lado de la calle del Arbat, una de las más concurridas por los Moscovitas, tanto para pasear como para almorzar o cenar, reúne una gran variedad de restaurante de todo tipo, puestos de pinturas locales y tiendas de souvenirs donde adquirir una delicada cajita de música o las famosas matrioskas, lo que facilitará enormemente tu sumersión en el ambiente local. Ah, y una cosa más: ¡ni se te ocurra irte de allí sin degustar algunos de los platos más característicos de la gastronomía Moscovita! ¡Es una orden!
¿Dónde alojarse en San Petesburgo?
Para viajeros con buen presupuesto, mi favorito es sin ninguna duda el clásico Hotel de cinco estrellas Grand Europa, de la prestigiosa marca Belmond. Este hotel, donde no hay dos habitaciones iguales, está formado por emblemáticos edificios, con mas de 130 años de antigüedad y dispone de 5 elegantes y variados restaurantes. Su perfecta localización, a 10 minutos a pie del Museo Hermitage, de la Iglesia del Salvador sobre la sangre derramada y del teatro Mariinski, hace que resulte más sencillo visitar los principales puntos de interés de la ciudad.Si tuviera que elegir un hotel de cuatro estrellas con un presupuesto económico, aconsejaría el Hotel Novo hotel San Petersburgo, ¡a un paso de la avenida principal Nevsky!
¿Qué transporte utilizar de Moscú a San Petersburgo?
A la hora de realizar un desplazamiento de Moscú a San Petersburgo se nos ofrecen cuatro posibilidades: coger un avión que nos permita estar allí en menos de una hora, coger un Sapsan o tren diurno de alta velocidad, montar en autobús o subirnos a un tren nocturno que tarda nueve horas en llevarnos a nuestro destino. Mi experiencia fue en tren diurno, tardé alrededor de cuatro horas en llegar a mi destino y, aunque valorar otras opciones más económicas o rápidas está bien, yo os aseguro, desde mi posición, que no hay nada comparable a contemplar el paisaje durante el viaje.
Imprescindibles en Moscú
Para empezar a sentir que estás en territorio ruso, no hay nada como poner un pie sobre la Plaza Roja. Por suerte, ¡toda su extensión es peatonal! Pasea tranquilamente alrededor de ella, siéntate y rodéate de paz mientras admiras su conjunto. Perder el tiempo allí, es ganarlo. Ahí va una pequeña recomendación: las mejores vistas de la Plaza Roja se obtienen desde lo alto de las colinas de Vorobiov. A escasos metros de la plaza se encuentran los almacenes GUM, ¡todo un emblema histórico! No te preocupes, no tardarás en divisarlo, pues el centro comercial más grande y elegante de la Rusia imperial, ¡no pasa desapercibido! Ah, ¡por cierto! No puedes irte de la Plaza Roja sin realizar una visita programada al Kremlin. Y digo programada porque siempre es mejor atar los cabos sueltos en Madrid. Existen dos tipos de entrada, yo recomendaría adquirir la de jornada completa, que incluye mañana y tarde.
¿Aún no has oído hablar de “El palacio subterráneo”? También conocido como “El palacio del pueblo”, no es ni más ni menos que el metro de Moscú. ¡como lo lees! La belleza y la historia de sus estaciones-cuyo origen se remonta a la época de Stalin-lo han terminado convirtiendo en uno de los puntos de mayor interés de la ciudad. Si lo tuyo es el ballet y la ópera, lleva programada la actividad para asistir al magnifico Bolshoi que ofrece funciones diarias a las siete de la tarde e incluye obras como “La Boheme” de Puccini, “Rigoletto” de Verdi, o “Giselle” de Adolphe Adam. Para finalizar el recorrido una excelente opción es pasarse por la Galería Estatal Tretiakov: ¡la estrella de la corona del arte ruso!
Imprescindibles en San Petersburgo
Si tuviera que hablar con alguien de los imprescindibles de San Petersburgo, empezaría mencionando el Museo Hermitage, con la colección de pinacotecas más grande del mundo y el palacio de invierno de los zares, que, situado a orillas del río Neva, se posiciona desde la distancia como una inolvidable estampa de la majestuosidad de la época. Mi visita duró todo el día y gracias a las detalladas explicaciones de un guía, el recorrido mejoró considerablemente. Si no te apetece contratar una persona que te guíe en tu recorrido, siempre puedes entender mejor la historia de los zares adquiriendo un plano con audio guía en el museo.
Otros museos de interés son el Museo de Arte Ruso, el Museo de Galería y Arte Contemporáneo, El Museo Faberge y el Museo de Alexander Pushkin. Mi visita a la ciudad de San Petesburgo fue una aventura a pie. Mi primera parada fue la Iglesia del Salvador de la sangre derramada, construida a semejanza de la Catedral de San Basilio, en Moscú. ¿Sabías que su extraño nombre encuentra su origen en el asesinato del terrorista del Zar Alejandro II, en este punto exacto de la ciudad, de manera previa a su construcción? ¡Escalofriante! ¿verdad? Mi ruta a pie finalizó con la visita a la fortaleza de San Pedro y San Pablo, ¡la construcción más antigua de San Petersburgo! está ubicada en una isla y cuenta con la edificación más alta de la ciudad, con 122 metros de altura y con un impresionante campanario, al cual se puede acceder comprando el ticket en le muelle y así obtener una visión de 360 º de la ciudad. Esta isla, además puede presumir de tener playas artificiales frecuentadas por más locales que turistas. Aunque cuando se trata de momentos únicos, el más especial, con diferencia, es el sol deslizándose sobre el rio Neva al atardecer: ¡una postal para recordar!
Otras actividades dentro de la ciudad
Si estás harto de convencionalismos y de «turisteo» yo te propongo hacer algo diferente, como cenar en un crucero recorriendo los canales de la ciudad y disfrutando de la luz que desprenden sus monumentos, a orillas del río Neva; ver el emocionante espectáculo de puentes levadizos en pleno funcionamiento o sumergirte en el pasado de la Rusia Soviética, a través de una excursión por sus barrios más simbólicos. Que prefieres perder la noción del tiempo a viajar a través de él…¡ siempre puedes acercarte a ver las obras de la Compañía Mariinsky, de Ballet y Ópera.
Qué visitar cerca de San Petersburgo
Visita la ciudad de Pushkin y, a 25 km de ella, el Palacio de Catalina o Palacio de Verano. Con abundante decoración rococó, tiene entre sus joyas el salón de Ámbar, considerado por muchos ¡la octava maravilla del mundo! Yo, si fuera tú, no menospreciaría esta sala. Otra estancia para recordar es, sin duda, la sala de baile o salón dorado, con sus enormes espejos y sus hermosos ventanales, que hacen posible que viajes en el tiempo y no puedas evitar imaginar a la duquesa Anastasia en el famoso último baile, moviendo su vestido al son de “Una vez en Diciembre”. Prepárate porque aquí ¡cada nueva sala sorprende más que la anterior! Es altamente recomendable aprovechar la visita y el recinto para entrar en el Parque de Alejandro y el Gran Palacio de Pavlosvk. Eso sí, ¡las cinco horas de visita no te las quita nadie!
Otra parada obligatoria en el camino, es el complejo Peterhof, a 30 kilómetros de San Petersburgo. Este conjunto de palacios y jardines, se encuentra en el golfo de Finlandia y fue residencia oficial de los zares. Tambien conocido como el “Versalles ruso”, ha sido nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Gastronomía rusa
La cocina rusa deriva de una riqueza de innumerables platos, debido al carácter multicultural del país y su vasta extensión geográfica. Sorprendentemente, muchos platos que hoy consideramos típicos de los rusos son de procedencia polaca, francesa o italiana y llegaron al país a través de la corte de Catalina II. Esta cocina, poco atractiva en tiempos pasados, ha mejorado notablemente en lo que a presentación y decoración se refiere, haciendo de la comida todo un espectáculo de colores, donde el naranja predomina por encima de los demás.
Lugares donde comer en Moscú
Recomendaría con un buen presupuesto el restaurante White Rabbit, en algunas listas aparece entre los 50 mejores del mundo ¡y dispone de unas vistas panorámicas de Moscú espectaculares!
Para los prepuestos más ajustados: el restaurante Varenichaya, con una gran variedad de comida tradicional, servida en cantidades generosas, en un ambiente inmejorable, y rodeado por un decorado vintage, que te traslada irremediablemente al salón de una acogedora casita antigua.
Lugares donde comer en San Petersburgo
Para presupuestos elevados no hay nada mejor que Grand Europe, de la marca Belmond: alta cocina rusa con música en directo que lleva toda la vida ofreciendo su servicio sin al país
Para presupuestos más limitados: el restaurante Varernchnaya. Además de con una comida exquisita, cuenta con una peculiar decoración, tanto en su terraza exterior como en la interior. Abrir sus puertas es adentrarse en un cuento de hadas o en una delicada casita de muñecas.
Falsos mitos
La ensaladilla rusa: por supuesto que la ensaladilla rusa existe en Rusia, ¡faltaría más! pero no lo hace como ensaladilla rusa sino como ensaladilla Olivier. ¿A qué se debe esto? a que este plato fue inventado en el país escandinavo, es cierto, pero..-¡por un cocinero francés!
Las matrioskas: por lo visto, las matrioskas tienen su origen en tierras japonesas y no fue hasta finales del siglo XIX cuando llegaron al país siberiano. Existen diversas teorías sobre la forma en que llegaron a Rusia. Lo cierto es que no fue en Rusia donde nacieron las muñecas que ahora se conocen como rusas, sino que fueron importadas de Japón y posteriormente adaptadas. ¡Viajando siempre se aprende algo!
Los rusos y la simpatía: vale, te doy la razón, en términos generales, no suelen sonreír a los desconocidos por cortesía, lo que desde fuera y, especialmente desde nuestro país, puede ser interpretado como un gesto propio de personas ariscas. Este hecho, unido al escaso dominio de idiomas extranjeros entre las personas mayores, hace que los rusos, en ocasiones, intenten evitar el contacto con extranjeros, pero siempre por miedo a no ser capaces de entenderse, ¡rara vez por auténtica antipatía!
No hay mejor forma de conocer el alma de Rusia que recorriendo sus dos ciudades principales. La grandeza de este imperio solo se descubre paseando por sus amplias avenidas, visitando el Museo Hermitage o admirando, de cerca, la belleza de sus catedrales. ¡Viajar a Rusia es formar parte de un cuento de hadas! Y, si como a mí, a ti también te gusta preparar de vez en cuando los viajes tú mismo, te animo a probar PANGEA Do It Yourself. Es una herramienta para que seas tú quien diseñe tu viaje a medida. Y, si tienes cualquier duda, nosotros podemos ayudarte y asesorarte 🙂
Gracias por compartir tus experiencias con otros viajeros. Únicamente una puntualización: la película “Anastasia” no es de Disney.