María de León, profesional de la comunicación especializada en viajes y estilo de vida, ha empezado este año viajando con nosotros a India. Un viaje en el que ha vivido contrastes, se ha adentrado en una cultura diferente, ha hecho meditación y también ha sacado su lado más solidario. A su vuelta, hemos querido que nos cuente cómo ha sido su experiencia de viaje a India y, por supuesto, compartirla con vosotros para seguir soñando con viajes durante la cuarentena.
1. Habiendo viajado ya una vez a la India, ¿qué fue lo que te llevó a repetir la experiencia?
La energía tan buena que me transmitió el país y su gente, además del ambiente y espiritualidad que me ayudó a ampliar mi nivel de consciencia sobre cuestiones trascendentales de la vida.
2. Dicen que el Taj Mahal es la perfección hecha monumento. ¿Qué sentiste al estar frente a él?
La verdad, una gran impresión de descubrir en primera persona lo que es capaz de hacer un ser humano por amor, cosa que me motivó más aún a dedicar más tiempo a construir mis propios monumentos que, aunque materialmente no sea posible hacerlos de esa envergadura, sí se pueden hacer a través de actos inmateriales que hagan felices a la gente que me rodea.
3. Rajasthan significa literalmente “Tierra de Reyes”. ¿Llegaste a sentirte como los marajás de la época entre tantos palacios y fuertes?
La visita a los palacios, tanto los que se visitan como los propios hoteles, me ayudaron a hacer un viaje en el tiempo. Semejantes escenarios son un tesoro de la historia y es un lujo poder disfrutarlos hoy. Me encantó conocer la biografía de algunos marajás como el del Jodhpur que construyó su palacio para dar trabajo a la gente de su pueblo en época de sequía lo cual demuestra que, aún en una posición elevada, los indios tienen el botón de la responsabilidad social activado.
4. La India es un país con una gran cultura gastronómica. ¿Cómo describirías su comida y qué fue lo que más deleitó tu paladar?
Pues la verdad que es justo lo que me resultó menos atractivo para mí debido a mi estómago delicado. La cocina india destaca por ser, en su mayoría vegetariana, puesto que como las creencias hindúes se basan, entre otra cosas, en la reencarnación prefieren evitar la ingesta de producto animal para así respetarlos. Las especias, picantes y currys son protagonistas en los platos. Lo que más me gustó: el pan sin levadura (naan) y yogur líquido (lassy).
5. La religión es uno de los ejes culturales más importantes del país. ¿Qué fue lo que más te llamó la atención y cómo viviste la devoción de sus habitantes?
El respeto que tienen por todas las religiones. Me impresionó ver en el Templo de Birla en Jaipur símbolos de otras religiones del mundo en señal de tolerancia. Y más allá de la religión me gustó conocer más cerca la filosofía hindú, especialmente en la etapa final de mi viaje que pasé en Rissikesh, donde recibí fantásticas lecciones para la vida.
6. Durante tu viaje también sacaste tiempo para aportar tu granito de arena en la ONG Streets of India. ¿Cómo fue tu experiencia practicando el turismo responsable y en qué consistió?
Me encantó porque, al final, el propósito de un viajero creo que debe ser llegar al corazón del país que visites y eso se hace teniendo los ojos bien abiertos a las necesidades que pueda tener ese país y su gente. La labor que desarrollan en «Streets of India» es fabulosa. A través de ella ofrecen educación a niños que viven en circunstancias difíciles, empoderan a mujeres formándolas en trabajos profesionales como la costura y ofrecen apoyo sanitario a personas con capacidades limitadas.
7. Dices que Benarés es uno de los lugares que más despertaba tu interés y curiosidad. ¿Por qué? ¿Cómo viviste tu paso por esta ciudad sagrada?
Porque es una ciudad donde se viven experiencias espirituales muy fuertes y donde más necesidad, hambre y menos sonrisas he visto en toda la India. Me encantó presenciar ritos que forman parte de la rutina de los peregrinos indios que allí viajan como los baños purificadores al amanecer y la ceremonia del fuego de la tarde.
8. Para finalizar tu viaje, decidiste pasar unos días de retiro en los Himalayas. ¿En qué consistió?
Fueron 4 días fabulosos donde tuve tiempo para el descanso, practicar yoga, hacer trekking por las montañas del Himalaya, ir a clases de filosofía de la escuela “Vedanta” y ponerme en manos de un médico especialista en medicina ayurvédica que me recomendó el tipo de alimentación y tratamientos ayurvédicos que debía hacerme para tener mi cuerpo y mente en equilibrio. Sin duda, ¡una experiencia muy sanadora y recomendable!
9. ¿Cuál dirías que es el mayor aprendizaje que te llevas de este viaje a India?
En general, diría que de India vuelves con un buen menú para la vida…
10. Tú que como mujer ya has viajado a India en más de una ocasión, ¿dirías que es un país seguro? ¿Lo recomendarías a otros viajeros?
No pasé nada de miedo pero, eso sí, es importante ir de la mano de buenos guías en los que puedas confiar y de conductores que conduzcan con prudencia 😉
Bonus: El otro día comentabas en uno de los directos de Instagram que los Beatles habían vivido una experiencia en un ashram en India atraídos por la meditación trascendental. ¿Alguna experiencia, recomendación o curiosidad que quieras compartir con otros viajeros?
Sííí, ¡¡que os encarguéis ropa a medida!! Lo hacen genial y de manera exprés. Yo en 24 horas recibí varios conjuntos y camisas que encargué a un sastre fantástico de Jaipur el cual, a través de su cooperativa, apoya a muchas familias humildes que viven de ello. Esto es lo que yo llamo: vestir con sentido. Es decir, gracias a esa ropa que compré, muchas familias pueden comer de ello y ¡¡¡no hay cosa que me haga mas feliz!!!
