La Navidad es, tradicionalmente, un momento de reunión familiar, pero no tiene por qué ser alrededor del árbol. Durante los últimos años, y cada vez más, las familias aprovechan estos días de descanso para recorrer mundo y vivir la Navidad como una experiencia, más que como una tradición. Hay destinos de todo tipo, desde viajar a Israel para revivir la historia como nunca, hasta visitar países de culturas tan diferentes como Dubái, con la esperanza de que el “fun fun fun” no taladre tu cabeza.
En cualquier caso, nadie va a negar que esos 15 días dan para mucho. Por eso, hemos preparado una selección de destinos para viajar en Navidad, tanto si quieres evitar el ruido de las fiestas como si quieres vivirlas de manera más intensa.
Al encuentro de los Reyes
Viajar hasta Finlandia para conocer al Papá Noel verdadero es un viaje que tienen en mente muchas familias para esta época del año, pero no podemos negar que somos más de los Reyes. Si a ti te pasa lo mismo, este año te proponemos un viaje perfecto para hacer con los más pequeños de la casa y vivir la emoción de la Navidad como no habéis hecho nunca. Se trata de seguir el recorrido de la estrella de Oriente por Marruecos hasta encontrarte con SSMM los Reyes Magos. ¡Llévate la carta escrita porque nunca tendrás una oportunidad mejor para dársela en persona!
Pero este viaje no se acaba aquí, porque también descubrirás cómo vivir en pleno desierto, eso sí, con todos los lujos y comodidades que puedas imaginar. Dormirás en una haima, realizarás excursiones entre la arena, ¡incluso disfrutarás de una comida en un oasis!
Oh, blanca Navidad nórdica
¿Te apetecen paisajes blancos, noches de nevadas y pinos altos hasta el cielo? Y si a esto le sumamos una de las experiencias de invierno más impresionantes del mundo, las auroras boreales, esta Navidad se puede convertir en un recuerdo único. Viajar a Noruega, y más concretamente a Tromso, es una buena opción si se viaja con niños, pero no olvides unos buenos abrigos para tolerar las temperaturas bajo cero. Esta ciudad de la Laponia ofrece una buena perspectiva para disfrutar de las luces del norte, pero no solo eso. Los más pequeños (y admítelo, tú también) se lo pasarán en grande montando en trineos tirados por huskies o dando paseos con raquetas de nieve entre paisajes sobrecogedores.
¿Quieres quitarte el gorro y la bufanda? Tromso ofrece una oferta cultural de interior muy recomendable para el público familiar. Puedes visitar el Nordnorsk Vitensenter, un museo de ciencia interactivo, o Polaria, el acuario más septentrional del mundo y que ofrece a los más pequeños una experiencia educativa en torno a la fauna de la región. Pero no todo está pensado para los niños. La cerveza es otra de las grandes joyas de Tromso, y tendrás oportunidad de probarla en los numerosos pubs de la ciudad, aunque merece una visita especial el Olhallen, considerado el más antiguo desde que en 1928 abriera sus puertas.
Al sol que más calienta: el cubano
Si tu ideal de Navidad es todo lo contrario, te apetece sol, playa y un mojito para refrescar la experiencia, Cuba te espera. La isla caribeña, que durante el último año ha aumentado el número de turistas gracias a la incipiente apertura, es tu opción si también quieres dedicar algo de tiempo a hacer turismo. Aunque Cuba cuenta con playas paradisiacas, su mayor atractivo no es éste, si no sus decadentes calles, ese halo retro que desprenden las carreteras con coches de los 50 y una cultura abierta y divertida. En un viaje en Navidad a Cuba podrás observar que, para celebrarlo, no es necesario grandes lujos ni cientos de regalos. De hecho, solo en los últimos años se deja ver algún adorno o se escucha algún villancico. Lo que sí es obligatorio en toda celebración es bailar un poco de salsa y una botella de ron sobre la mesa.
Si has decidido que tus hijos tienen que conocerlo, adelante, es un país seguro y que ofrece al turista enormes facilidades. Por ejemplo, si te has hartado de caminar por la ciudad vieja de La Habana o tus hijos se niegan a dar un paso más, montaos en un “cocotaxi”, pequeños automóviles con los que podrás recorrer lo puntos turísticos de la capital.
Las celebraciones de Fin de Año también son comedidas, habitualmente se celebra con una cena familiar en casa. Pero te sorprenderá ver caer cubos de agua desde todos los balcones. ¡No te asustes! Es una tradición que pretende echar “todo lo malo” para empezar el año con la mejor de las energías. ¡Súmate a ellos y despídete del negativismo en esta noche mágica!
A por los regalos de Reyes a Nueva York
Sin duda, una de las opciones más elegidas por los españoles es viajar en Navidad a Nueva York. Tras Acción de Gracias, la ciudad se engalana para esta época del año. El Rockefeller Center pasa a ser el centro de la ciudad, y su pista de patinaje atrae tanto a turistas como a los propios neoyorkinos. ¡Éste es un imprescindible! Al igual que lo es como escapada para Fin de Año, en Times Square no se comen uvas, pero es de obligado cumplimiento dar un beso a tu pareja para comenzar el año con amor.
En la meca del consumismo tampoco podían faltar las compras. Aunque ya es habitual visitar la ciudad para adquirir algunos productos específicos, en Navidad las calles se llenan de mercadillos donde podrás encontrar desde productos gastronómicos a los regalos más originales. No es raro, de hecho, que muchas familias viajen solo y exclusivamente a comprar los regalos de Reyes.
Pero estamos seguros de que quieres aprovechar tu viaje, así que ponte el gorro de Papá Noel (o Santa Claus en estas latitudes) y empápate de espíritu navideño, porque aquí se respira en cada esquina. Y para muestra, un botón. La calle Dyker Heights, en Brooklyn, es un ejemplo de lo que mil veces hemos visto en las películas: casas adornadas en exceso, con más iluminación que el árbol del Rockefeller y cientos de figuras (algunas con poca relación con la Navidad) bailando al ritmo de “Jingle Bells” en los jardines de los chalés. Los vecinos, cada año, realizan esta competición que atrae la mirada de cientos de turistas. Tanto es así que ya se organizan tours (también en español) para conocer la historia de esta “luminosa” tradición. ¡Aviso! Para ver el espectáculo en todo su esplendor es recomendable ir antes de las 9 de la noche, a esta hora se apagan todas las luces para el descanso de los vecinos.
Como ves, hay muchas opciones para que estas Navidades no sean igual que el resto. ¿Te apuntas a viajar en Navidad este año?