«Quien no ha visto Egipto no ha visto el mundo» escribió Herodoto. Y no se equivocaba. Egipto es único, un destino sorprendente que ofrece una experiencia inolvidable capaz de cautivar a cualquier viajero y, sin duda, uno de los lugares que hay visitar una vez en la vida.
Egipto es Egipto gracias al Nilo. Y no es para menos. Este río ha hecho florecer una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Es ahí, en una superficie mayormente ocupada por el gran desierto del Sáhara y el casi infinito río Nilo, donde se forma un auténtico vergel salpicado de infinidad de lugares que ver. Precisamente por eso, porque los monumentos son incontables, te contamos cuáles son los cinco lugares que hay que ver -sí o sí- en un primer viaje a Egipto.
QUÉ VER EN UNA PRIMERA VISITA A EGIPTO
1. El Cairo
El Cairo es la capital de Egipto, la ciudad más poblada de África y también una de las más contaminadas y caóticas del mundo. Y esto, aunque parezca que no, tiene su encanto. Su centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979 y el ritmo frenético de sus calles los bazares y mezquitas no deja indiferente a nadie.
Hay un Cairo al que no van los turistas, repleto de rincones que conocer y experiencias que vivir. Pero hoy, como estamos hablando de los imprescindibles que ver en una primera visita a Egipto, haré lo propio con El Cairo.
El Museo Egipcio de El Cairo, situado en la Plaza Tahrir es visita casi obligatoria -y sin casi- ya que posee la mayor colección de objetos del Antiguo Egipto. ¡Más de 136.000 objetos clasificados de diferentes épocas de la historia egipcia y los tesoros que se encontraron en la tumba de Tutankamón!
La zona antigua de El Cairo está repleta de otros lugares de interés que bien merece la pena destacar. Como la Mezquita de Ibn Tulun, la más grande y antigua de la ciudad, o el bullicioso Bazar de Khan el Khalili, el más importante de Egipto y un inmenso zoco de estrechas callejuelas con puestos de todo tipo. ¡Para perderse!
Otro enclave importante es la Ciudadela de Saladino, una fortificación islámica elevada que protege la Mezquita de Muhammad Alí, también conocida como la Mezquita de Alabastro, por el material que la recubre. ¡Totalmente imprescindible!
2. Guiza
La meseta de Guiza, situada a 18 kilómetros de El Cairo, alberga la mayor necrópolis del Antiguo Egipto. Las famosas pirámides son su bien más preciado. Y no es para menos. ¡Son las más antiguas del mundo! Era en estas pirámides donde los faraones eran momificados junto a sus pertenencias más valiosas. ¿Te gustaría conocer sus secretos mejor guardados?
La Pirámide de Kéops, conocida como La Gran Pirámide de Guiza, además de ser la más importante, es la única de las siete maravillas del mundo antiguo que aún sigue en pie. Su construcción data del año 2570 a.C y tiene una altura de 146 metros y una base de casi 1 kilómetro de perímetro. Kefrén es la segunda más grande y, actualmente, es más alta que la anterior. Micerinos, la más pequeña de las tres, mide 65 metros, pero no solo el tamaño importa. ¡Es la única de las tres en la que se encontraron restos humanos momificados!
La Gran Esfinge de Giza es una impresionante escultura de roca caliza de 20 metros de altura con cabeza humana que representa al faraón Kefrén con cuerpo de león. ¿Sabías que fue esculpida hace más de 4.500 años? Aunque actualmente no conserva sus colores originales se encuentra bien conservada y es uno de los monumentos más emblemáticos de Egipto y de todo el mundo.
3. Luxor
En el Alto Egipto, en la zona sur del país, concretamente entre Luxor y la presa de Aswan, es donde se realizan los famosos cruceros fluviales que siguen el curso del río Nilo, navegando entre sus impresionantes templos e inolvidables puestas de Sol.
La antigua ciudad de Tebas, localizada a 700 kilómetros al sur de El Cairo, fue la capital del antiguo Egipto durante más de 1500 años y concentra el mayor número de monumentos al aire libre del mundo, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979.
En la ribera oriental del Nilo se encuentran dos de los templos más espectaculares de Egipto. Luxor es el templo dedicado al dios Amón, uno de los mejores conservados Y con la estructura típica egipcia. Está unido al de Karnak por la gran avenida de las esfinges. Como curiosidad, uno de los dos obeliscos que se levantaban en la entrada del templo, luce en la Plaza de la Concordia de París desde 1836.
Karnak es el más grande de Egipto y el segundo del mundo después de Angkor en Camboya. Este complejo destaca por su entrada -con 40 esfinges con cabeza de carnero dando la bienvenida- y por su sala hipóstila con 134 columnas de 23 metros de altura.
Por otro lado, en la orilla Occidental del Nilo, donde el sol se pone, se encuentran los templos funerarios. Hatsepsut está dedicado a la única mujer que reinó en Egipto y es totalmente diferente al resto al estar construido en forma de terrazas escalonadas y con una parte excavada sobre la roca del desértico valle.
Por último, en pleno desierto, y orgulloso de sí mismo, aparece imponente el Valle de los Reyes, una gran necrópolis con las tumbas excavadas donde están enterrados 62 faraones del Imperio Nuevo. La tumba de Tutankamón fue descubierta por Howard Carter en 1922 es probablemente la más conocida y visitada de todo el Valle. ¡La maldición del faraón te espera!
A medio camino entre Luxor y Asuán se puede visitar el templo de Edfu, dedicado al Dios halcón Horus. No solo es el segundo más grande de Egipto sino que es el mejor conservado. ¿Sabías que permaneció enterrado bajo la arena del desierto hasta 1860?
4. Asuán
Es la ciudad situada más al sur de Egipto, a casi 1000 kilómetros de distancia de El Cairo, y es uno de los imprescindibles que ver en Egipto por ser el punto de partida para visitar el Templo de Abu Simbel, por su famosa presa y, por supuesto, por ser el lugar perfecto para navegar el Nilo a bordo de una faluca -un velero tradicional egipcio- disfrutando del atardecer. ¡Toma nota!
El Templo de Filae es uno de los imprescindibles en un viaje a Asuán y se encuentra perfectamente conservado. Es de gran importancia para los egipcios, ya que es uno de los templos dedicados a la leyenda de Isis, Osiris y su hermano Horus. Tras la construcción de la presa, quedó sumergido bajo las aguas del Nilo y fue trasladado piedra a piedra hasta su actual emplazamiento al que se accede en barco. ¡Un auténtico espectáculo!
5. Abu Simbel
¡Bienvenidos a una de las joyas de la corona! Los Templos de Abu Simbel, dedicados al faraón Ramsés II y su esposa Nefertari, se encuentran al sur de Egipto (a unos 280 km al sur de Asuán) haciendo frontera con Sudán.
Estos impresionantes templos, excavados directamente sobre la roca, son de los más espectaculares de todo Egipto y Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1979. La fachada del Templo de Ramsés II está custodiada por cuatro colosos de 20 metros de altura y, estoy convencido, de que te dejará sin palabras si todavía no la has visto. ¿Te gustaría visitar los templos de Abu Simbel?
El ingenio de las pirámides de Egipto, la Gran Esfinge de Giza, el ritmo frenético de El Cairo, la antigua capital del país, el río Nilo o el imponente Abu Simbel son solo algunos de los lugares que hay que ver en un primer viaje a Egipto. Pero en el país de los faraones hay muchos más. Y tú, ¿cuál nos recomiendas?
Hola Nacho! gracias por compartir esta excelente lista de destinos que no te puedes perder en un primer viaje a Egipto.
Espero que después de este parón forzado por el Covid podamos volver a seguir recorriendo el mundo y disfrutando con las mágicas experiencias que nos aporta.
Un saludo
¡Gracias a ti por leernos! 🙂 Sí, los viajes ya se empiezan a animar y el mundo nos espera. Te dejo un enlace con destinos a los que ya se puede viajar desde España para que les eches un vistazo si te apetece 🙂 Un abrazo