Cuando piensas en viajar a Tenerife se te viene a la cabeza playas de arena negra, el sol perenne durante todo el año, las papas “arrugás” con mojo picón, piscinas naturales como el lago Martiánez… Los típicos atractivos turísticos de la isla son bien conocidos desde que Canarias se posicionara, hace ya algunas décadas, como destino preferido por nacionales y extranjeros. Pero no todo es sol, playa y buena comida, su terreno es perfecto para los amantes del deporte, tanto acuáticos como terrestres: desde surf, hasta ciclismo de montaña, pasando por los más de 1.500 kilómetros de senderos.
Por eso, durante los últimos años, la isla se afana en dar a conocer estas opciones. ¡Y con buenos motivos! En Tenerife, las rutas se esparcen por un total de 43 espacios naturales protegidos, una cifra muy elevada teniendo en cuenta que casi la mitad de la isla (el 48%) queda representada en esta superficie. Ponte las botas, échate protector solar y prepárate para respirar aire puro. Mientras caminas, saldrán a tu paso la flora y fauna autóctonas, así que presta atención al paisaje para no perderte ni una sola de estas maravillas tinerfeñas.
Y no te preocupes por tu estado físico, hay senderos incluso accesibles en sillas de ruedas, para profesionales del deporte y para amateurs que solo quieren disfrutar del camino en familia, como por ejemplo el de Las Escaleras (3,1 km) o el del Monte del Agua (2,5 km). ¿Te gustan los retos? Anímate a hacerte con Los Silos (11,7 km) o las Cumbres de Ucanca (8,1 km). Pero sin olvidar el más conocido, el Gran Recorrido 131 (83 km), que cruza la isla de norte a sur pasando por el Teide, el pico más alto de la isla y de España y considerado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Si caminar no es lo tuya, encontrarás muchas más opciones en Tenerife, por tierra, mar o aire:
- Parapente: gracias al buen clima, esta actividad se puede realizar durante todo el año, aunque es común que el punto de despegue cambie para aprovechar los vientos. La experiencia es una de las más tranquilas que se pueden realizar de los llamados “deportes de aventura”, puesto que simplemente tendrás que disfrutar de las vistas, del aire fresco en tu cara y del silencio absoluto. Vale la pena superar el vértigo inicial con el objetivo de ver, a vista de pájaro, las playas, los montes, las pequeñas ciudades y pueblos, los paisajes volcánicos…
- Windsurf: aire y mar. Tenerife puede presumir de tener las dos cosas más necesarias para realizar este deporte. La playa del Médano es una de las más visitadas por surfistas, windsurfistas, kitesurfistas, etc. Tiene todos los elementos necesarios para realizar este deporte sin riesgo: los vientos alisios son habituales, la entrada al mar es muy segura y el fondo, al igual que la playa, es de arena fina. A partir de aquí, solo tienes que enfundarte el neopreno (o en bañador sin más, los 22º de media te ayudarán) y disfrutar de las olas.
- Espeología: hasta hace poco, esta disciplina no se consideraba una actividad deportiva, pese a que, en Estados Unidos o Rusia, por ejemplo, sí ha tenido una mayor tradición. Gracias a los valientes que se han ido adentrando en cuevas, descubriendo su flora y fauna, y revelando nuevos aspectos de la vida humana, la tendencia ha cambiado y cada vez son más los que se atreven a realizar esta actividad. En Tenerife tendrás muchas opciones, pero os recomendamos la Cueva del Viento, el mayor tubo volcánico de Europa, que suma nada menos que 27.000 años de antigüedad. Reserva dos horas de tu viaje para recorrer parte de sus 17 kilómetros de longitud y te convertirás en un apasionado de la espeología.
En tu próximo viaje a Tenerife no pueden faltar en tu maleta el bañador y las zapatillas de deporte, porque opciones no te faltan para no desaprovechar el tiempo en la hamaca.