La capital de Rusia es una de las ciudades más vibrantes y sorprendentes de Europa oriental. Ubicada a orillas del río Moscova, sus edificios y monumentos te transportan al pasado comunista y zarista, mientras que los museos, teatros y galerías de arte hacen de esta ciudad uno de los centros culturales más importantes del mundo. Recién aterrizado, os quiero contar qué hacer en Moscú tres días para aprovecharla al máximo y no perderse nada:
Moscú es una ciudad de proporciones faraónicas, con calles amplias y un tráfico caótico. Por eso, para cruzar al otro lado de la calle, existen túneles que están muy distanciados unos de otros. ¡Intenta no saltarte uno y te ahorrarás un paseo!
Pero lo bueno de Moscú, es que el centro de la ciudad es tan llano y limpio que resulta muy cómodo de recorrer. Es tan fácil dejarse atrapar por su belleza… Eso sí, si tu alojamiento no se encuentra por aquí, no te preocupes: el transporte es bastante barato y conecta muy bien las distintas zonas. ¡Una buena opción para moverse como un local más!
DÍA 1: Recorrido general por el centro de la ciudad
Llegamos a primera hora de la tarde desde San Petersburgo en el Sapsan (tren de alta velocidad), y aprovechamos para comer.
Dedicamos toda la tarde y noche a conocer la cara más conocida de Moscú. El acceso a la Plaza Roja estaba prohibido debido a un espectáculo, pero la recorrimos por fuera paseando por los jardines de Alejandro. La majestuosa presencia del emblemático Kremlin y sus catedrales no pasaron desapercibidos. También visitamos el teatro Bolshoi y las catedrales de Cristo Salvador y San Basilio. Así, tuvimos la oportunidad de disfrutar de la ciudad tanto de día como de noche: ¡una auténtica pasada!
DÍA 2: Visita panorámica de Moscú, Plaza Roja, Metro, Catedral de Cristo Salvador y Galerías GUM
Este día hicimos un tour en autobús por la ciudad, contemplando los edificios más representativos hasta llegar a la Universidad Estatal. Este edificio forma parte de las Siete Hermanas de Stalin, que son rascacielos colosales, robustos y símbolos de la antigua Unión Soviética. Iban a ser ocho, para conmemorar el octavo centenario de la ciudad, pero el palacio de los Soviets (que iban a edificar en el lugar que ocupa actualmente la catedral de Cristo Salvador) quedó sin construir. De los siete rascacielos, uno es la Universidad, dos son edificios de viviendas, dos hoteles y dos son ministerios.
Desde allí, se asoma la ciudad financiera, con unos rascacielos semejantes a la City de Londres o La Défense de París. Luego fuimos hasta la Plaza Roja donde finalmente pudimos entrar y admirar su espectacular tamaño. Después entramos en un palacio subterráneo: el famoso metro, que, junto con la Plaza, es todo un emblema de la capital ¡digno de ver!
Tras la comida visitamos el interior de la iglesia de Cristo Salvador, que fue reconstruida totalmente. ¡Aquí encontramos la cripta más bonita que hemos visto jamás!
Dimos una vuelta por las Galerías GUM, que, aunque no vayas a comprar nada, merece la pena una visita. Su fachada y la entrada están iluminadas a lo grande, ¡como si fuese Navidad todo el año!
Decidimos entrar a la Plaza Roja para ver el espectáculo de bandas, ya que era la única opción de ver la catedral de San Basilio iluminada y fue, sin duda, ¡una decisión acertada! Cada banda iba acompañada de una coreografía con el folklore más representativo de cada país (había bastantes de ciudades rusas) y con cada actuación iluminaban de forma acorde la catedral: Si coincidís con alguno, no lo dudéis, ¡fue un espectáculo inolvidable!
DÍA 3: El Kremlin, sus catedrales y Parque Górky
La mañana la dedicamos a visitar el Kremlin, donde entramos después de una larga cola, algo inevitable.
¡El interior del recinto es inmenso! Contemplamos el Palacio de Congresos y el Senado. Nos dirigimos hacia la Plaza de las Catedrales, llamada así porque se ubican en ella cuatro, pasando al lado de la enorme campana de la Zarina. Es una plaza preciosa, llena de cúpulas doradas. Visitamos el interior de dos de ellas, La Anunciación y la Asunción, de una arquitectura espectacular.
Por la tarde, paseamos a orillas del río Moscova, llegando hasta el Parque Górky. Dedicado a la cultura y el ocio, este parque está repleto de jardines, lagos, espacios recreativos y deportivos. En resumen, ¡un parque lleno de vida!
Volvimos al centro, antes de subir al hotel, para despedirnos de la ciudad, ya que al día siguiente volvíamos a España.
La capital rusa es una ciudad preciosa, en la cual podrás descubrir las huellas que han quedado de épocas pasadas y ver cómo se está modernizando a pasos agigantados. ¿Para cuándo tu viaje a Moscú?