Hay vestigios de que hace más de 5.000 años ya se celebraba el Carnaval, una festividad que siempre ha estado relacionada con las máscaras, los bailes, los disfraces,… En definitiva, con ¡la diversión! Y si hay algún motivo por el que a los españoles nos gusta viajar es, precisamente, para revivir fiestas tradicionales y observar culturas diferentes. Por eso, en este artículo vamos a echar un vistazo a aquellas ciudades o países que viven el Carnaval de una manera diferente. Puede que te asombres porque Brasil no esté en esta lista, pero hay mucho más Carnaval que el del sambódromo, y si no te lo crees, ¡sigue leyendo!
Los indianos
En Canarias hay una fuerte tradición carnavalera, por ello, los dos más grandes que se celebran (en Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria) se rifan el trono con los de Brasil o Venecia. ¡Cuidado! El Carnaval es en Canarias casi religión, así que no te atrevas a fomentar el pique entre las dos ciudades porque ellos por sus Carnavales… ¡MATAN!
Pero lejos del colorido, de las plumas de las Reinas, de las plataformas de los draq queens, o el ruido de los tambores existe la tradición de los indianos en La Palma. En esta celebración se recuerda a aquellos que tuvieron que emigrar a Cuba, principalmente, y a los que volvieron con riquezas. Toda la ciudad se viste de blanco impoluto y da comienzo una guerra de polvos de talco mientras de fondo suenan habaneras o guarachas.
Gilles de Binche
Binche es una provincia de Bélgica, y el lugar donde se celebran los Carnavales más originales del país. En este caso, los españoles somos parte responsable de estos festejos, donde se realiza una batalla de naranjas. Este acto conmemora un hecho histórico que data de 1549, cuando el Emperador Carlos V y su hijo Felipe (el que años después sería coronado como Felipe II) acudieron a la ciudad y fueron recibidos con numerosísimos banquetes por todo el pueblo. Sobró tal cantidad de comida que los soldados españoles (llamados Gilles) acabaron arrojándosela como diversión. Hoy en día, la tradición se mantiene y protagoniza el apogeo de las fiestas.
Más allá de las naranjas, esta fiesta genera una gran actividad de la comunidad, pues todo el pueblo participa y es considerada una de las fiestas más populares del país. Tanto es así, que la Unesco le otorgó el título de obra maestra oral e inmaterial de la humanidad.
Carnaval andino
En Bolivia, más específicamente en Oruro, tiene lugar otro de las celebraciones que la Unesco ha otorgado la distinción de obre maestra oral e inmaterial de la humanidad, y es que, aunque Brasil se lleve la palma, éstos también son uno de los Carnavales más relevantes de Sudamérica. Y de ellos destaca la danza. Alrededor de 52 grupos bailan 18 tipos de danza durante la peregrinación hasta la Virgen del Socavón. Al llegar a la iglesia, los bailarines se arrodillan y prometen seguir bailando, al menos, durante 3 años más. ¡Y que no pare la fiesta!
Es interesante observar la mezcla que existe entre lo pagano y lo religioso en esta fiesta. Gran parte de la cultura andina se entremezcla con las escrituras, dando lugar a una festividad colorida, sentida y con una gran carga de tradición.
Como ves, hay muchas opciones para vivir un Carnaval apasionante siendo originales. Y tú, ¿has vivido algún Carnaval exótico?