Reconozco que empezar contándote que Cuba es un destino que está de moda y que tiene algo que consigue atraer a millones de turistas de cualquier parte del mundo después de la visita de Obama o del Papa en los últimos meses, puede no resultar excesivamente novedoso ni impactante de inicio. No en vano apenas ha pasado un mes desde que La Habana fue declarada Ciudad Maravilla del Mundo Moderno tras ser elegida por la Fundación New 7 Wonder, pero aún con todo me arriesgaré: Cuba engancha y apetece.
¿Será por la increíble sensación de perderte por la Habana Vieja saltando de plaza en plaza y dejándote llevar por el sonido de sus calles y sus mezclas arquitectónicas? Es muy posible. La Habana tiene sabor y, aunque solo 600 metros separan la Plaza Vieja de la de la Catedral, sus coloridas callejuelas, el sonido de la música en la calle, y el olor que se desprende de la multitud de Paladares que ofrecen comida criolla a cada paso, consiguen que el tiempo se detenga y que lo de menos sea atender a los estrictos horarios de un turista estresado.
Porque es verdad, en Cuba las prisas no existen, y quizás es posible que parte de su éxito radique en eso, en la forma en que los habaneros te contagian esa forma tan suya de disfrutar del tiempo. Por ello lo ideal después de un día empapándote de la ciudad y de su clima caribeño, será realizar una parada y elegir algo fresquito entre la gran variedad de cócteles que verás a tu alrededor, porque ya lo dijo Hemingway: “My mojito in La Bodeguita, My daiquiri in El Florida”.
Y es que el ocio en La Habana está asegurado, allí encontrarás la solución perfecta en cualquier tipo de ambiente, desde tranquilos espacios para escuchar jazz y otros géneros de música en vivo, hasta animados locales donde iniciarte en los principales ritmos cubanos y poder volver a casa hecho un auténtico profesional de la salsa o el cha-cha-cha. ¿Te atreves? Lo mejor para ello será abandonar por un momento la Habana Vieja y dirigir tus pasos a la zona del Vedado. No olvides que para poder dar lo mejor de ti mismo en la pista de baile conviene que llegues descansado, ¿por qué no probar en ese caso un cocotaxi? Ya habrá tiempo de conocer otros medios de transporte cuando te acerques a la Plaza de la Revolución para conocer el Mural del Ché o admirar las vistas de toda la ciudad desde el Memorial a José Martí.
Y si a todas las opciones que te ofrece La Habana le añades como ingrediente final la posibilidad de disfrutar de maravillosas playas de arena blanca y agua cristalina, tendrás la certeza de que estamos ante la combinación perfecta para pasar unas vacaciones inolvidables donde disfrutar de una ciudad con mucho patrimonio, una excelente gastronomía local, ocio a raudales y el escondite final perfecto para descansar bajo el implacable sol del Caribe en uno de los famosos cayos cubanos, o bien en la emblemática península de Varadero.
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