La isla bonita. Así es como se conoce a esta volcánica isla en medio del océano Atlántico. Los frondosos bosques, los imponentes paisajes, las singulares playas y uno de los cielos más estrellados del mundo han hecho que La Palma se gane, sin mucho esfuerzo, el título de La isla bonita. Porque esta isla es así, perfecta.
Por qué viajar a La Palma
La isla de La Palma es calma y tranquilidad, un rincón alejado de la masificación en el que el buen rollo y la energía positiva están en cada esquina. ¡Y es que hasta el propio aire de La Palma es relajante!
Y qué decir de sus paisajes… ¡quitan el hipo! En La Palma solo son necesarios unos pocos kilómetros y escasos minutos para pasar de la cumbre más alta a tumbarse en la arena negra de alguna de sus playas. Y es que es justo eso, la diversidad de paisajes, lo que convierte a la isla en un auténtico paraíso. Un paraíso que enamora.
Cuándo viajar a La Palma
La Palma es una isla de microclimas por lo que la mejor época para viajar es… ¡todo el año! Sí, el buen clima y las temperaturas suaves durante todo el año hacen que, incluso en invierno, darse un baño en el Atlántico no sea una locura sino todo un acierto. ¿Sabías que en esta isla hay más de 3000 horas de sol al año?
Qué hacer en La Palma
Astroturismo
A unos 2.400 metros sobre el nivel del mar y encima del conocido como el «mar de nubes» se encuentra, imponente, el Observatorio del Roque de Los Muchachos. Allí la atmósfera es limpia, sin turbulencias y estabilizada por el océano. Y precisamente por eso, este rincón es uno de los mejores lugares en el mundo para la observación del cielo.
Aventura
La Palma presume de ser una isla activa y no es para menos. En esta Reserva de la Biosfera se pueden disfrutar infinidad de opciones de turismo activo… ¡por tierra, mar y aire! Además, los amantes del trekking están de suerte porque los senderos de la isla no solo son de ensueño sino que están bien señalizados y en buen estado. ¡Perfectos para practicar trail running! Pero La Palma es mucho más, siempre lo es. Buceo, parapente, volcanes y el avistamiento de cetáceos, tortugas e infinidad de especies de peces -como los divertidos peces voladores- completan la aventura isleña.
Gastronomía
La gastronomía palmera no se encasilla y, por eso, presume tanto de su cocina tradicional y más sencilla como de la más vanguardista y elaborada. Y es que no es para menos, porque la gastronomía palmera cuenta con infinidad de productos locales. Desde los postres o licores hasta las carnes y pescados, pasando por las frutas y los frutos secos, la calidad de su cocina está asegurada. ¡Buen provecho!
Playas
La isla bonita no es un destino de sol y playa al uso y es justamente eso lo que lo convierte a sus playas en todo un descubrimiento: la arena negra, los paisajes vírgenes junto a la pureza de sus aguas y una limpieza absoluta son su seña de identidad. Hay playas más transitadas y con todo tipo de servicios y otras prácticamente desiertas en las que disfrutar de sus imponentes acantilados en soledad. Y es que si hay algo que tienen las playas palmeras es la sensación de libertad.
La Palma, destino seguro
A pesar de la situación que estamos viviendo este año, La Palma es un destino seguro, tranquilo y sin masificaciones. La isla bonita invita a despejar la mente y a desconectar. Una isla que activa al viajero y un destino que cuida el medioambiente. Porque aquí el entorno es lo más importante. Y qué decir de sus gentes, amables y hospitalarias, siempre dispuestas a interaccionar con el viajero. En definitiva, viajar a La Palma es descubrir un destino de cuento, pequeño y tranquilo, donde la calma se contagia y la prisa desaparece.
¿Preparado desconectar del mundo y activarte al más puro estilo palmero? ¡La Palma te espera!
