En la cima del planeta, en el Círculo Polar Ártico, Sele, autor de El Rincón de Sele, sale en una expedición en busca de la bella, de la bestia, del depredador terrestre más grande de la Tierra. Un viaje a Svalbard tras las huellas del oso polar es el sueño de muchos. Y ahora se puede hacer realidad. Este archipiélago noruego, entre los paralelos 78 y 80, es la antesala del propio Polo Norte y, siguiendo los pasos de grandes exploradores, Sele, de la mano de PANGEA, se ha adentrado en barco en el punto más septentrional del planeta y, a su vuelta, hemos querido preguntarte todos los detalles de su expedición al territorio del oso polar. ¿Te gustaría ser el siguiente en formar parte de esta aventura polar?
Entrevista a Sele sobre su viaje a Svalbard
1. Lo primero, ¿en qué consiste exactamente esta expedición y por qué deberíamos lanzarnos a la aventura?
Se trata de un crucero ártico alrededor de Svalbard en el que se sobrepasa el paralelo 80 y cuyo objetivo, además de disfrutar de un paisaje sublime, está en encontrarnos con el gran oso polar.
Probablemente se trate de uno de los lugares del mundo donde más probabilidades hay de avistar al depredador terrestre más grande que existe. Esta es una aventura para los amantes de la naturaleza salvaje y de los rincones más recónditos del mundo. Después de Svalbard sólo está el mar de hielo y el Polo Norte magnético. Casi nada.
2. A ti, que has viajado por medio mundo, ¿qué es lo que más te impresionó de tu viaje a Svalbard y por qué?
La sensación de atravesar el hielo como el que rasga un papel con las tijeras es algo que no se puede describir con palabras. Y, por supuesto, los rastreos de osos y otra fauna ártica son apasionantes.
3. ¿Conseguiste ver algún cetáceo durante la expedición a Svalbard?
Si bien viajar a Svalbard es un sitio ideal para observar diversas especies de cetáceos como la ballena jorobada, la azul o incluso belugas, tan sólo nos topamos con una minke en el Isfjorden. Este año la migración iba con algo de retraso, pero estos días siguiendo otros viajes de expedición estoy comprobando que han avistado un montón de belugas e incluso varias ballenas azules.
4. Siendo Svalbard un lugar en el que habitan más osos polares que personas, ¿cuántas probabilidades existen de verlos? ¿Son tan impresionantes como dicen?
En efecto hay más de 3000 osos en estas islas, pero verlos es realmente difícil. En un viaje de este tipo hay que ir muy concienciados de que esto no es un zoo (afortunadamente) y que los osos no nos van a dar los buenos días durante el desayuno. Pero eso es lo más excitante, salir a buscarlos, perseguir huellas, estar en cubierta o en el puente de mando con los prismáticos ayudando a los expertos a encontrar tanto osos como otras especies animales (morsas, focas, ballenas, renos, zorros árticos, etc.). Aun así, en una expedición de este tipo, si el tiempo acompaña y la niebla no entorpece la visibilidad, raro es que uno se vaya sin avistar alguno, aunque sea en la distancia. Hay cruceros en que se han visto muchos, incluso muy cerca del casco del barco.
Dependemos de la suerte y de lo que la naturaleza desee mostrar. Eso asegura que cuando sucede «ese momento», ese instante mágico, todo el pasaje lo viva con gran emoción.
5. ¿Se dio alguna de esas ocasiones en las que lamentaste ser demasiado lento con la cámara? ¿Qué equipo fotográfico recomiendas?
Yo soy muy exigente con mis fotos y siempre creo que pueden ser mucho mejores. Se hace lo que se puede sabiendo que en ocasiones tienes menos de un segundo para tomar la foto de una foca que ha asomado su cabeza en el agua. Lo que se recomienda es que la cámara lleve un buen teleobjetivo. Si no son réflex y se trae una bridge, por ejemplo, el alcance de su zoom es algo muy a tener en cuenta. Es mi caso, por el mundo me muevo con una cámara bridge, intermedia entre una compacta y réflex, y para los viajes de naturaleza de este tipo, así como safaris en África, me ha dado grandes alegrías.
6. Has tenido la suerte de conocer la ciudad fantasma del Ártico noruego. ¿Qué palabra describiría mejor lo que sentiste al ver Pyramiden?
Pyramiden es una de esas rarezas que nos encantan a quienes nos apasionan los lugares abandonados. Uno allí siente que la naturaleza ha recuperado lo que es suyo y que donde antes había paseantes ahora hay renos, zorros e incluso ocasionalmente osos. Sólo se puede visitar con un guía armado. Impresiona caminar por esas calles, ver a las gaviotas anidando en las ventanas y acceder a algunos interiores y encontrarse con objetos de la vida cotidiana de Pyramiden. Es como si se hubieran tenido que ir corriendo de allí.
7. En lugares con temperaturas tan extremas, la alimentación es muy importante ¿tuviste la ocasión de comer pescado recién salido del mar helado durante tu viaje a Svalbard?
Afortunadamente el barco iba bien provisto de alimento. Las comidas y cenas son de primera categoría en esta embarcación. No hubo necesidad de tirar de caña de pescar, más bien éramos nosotros los que pescábamos todo lo que nos servían en el plato, que estaba realmente rico. En este viaje no se pasa hambre, eso seguro.
8. Se trata de una expedición en la que se pasa la mayor parte del tiempo en un barco. ¿Cómo describirías la experiencia? ¿Existe tiempo para el aburrimiento?
No existe tiempo para el aburrimiento. Entre las excursiones en zodiak (en las que a veces se desembarca y otra no), los rastreos y avistamientos desde cubierta, las charlas de los expertos sobre el Ártico y su fauna y las comidas en el comedor del barco, no hay demasiado tiempo. Basta con salir fuera y mirar lo que se está recorriendo para apreciar una serie de momentos difícilmente superables.
9. Si tuvieras que quedarte con solo un momento de todo el viaje a Svalbard, ¿cuál sería? ¿Por qué?
Sin duda con el momento en que una pareja de osos polares adultos, macho y hembra, nos obsequiaron con dejarse ver en el hielo. Estaban en pleno cortejo, tardío para la época en la que estábamos. Corretearon, se gruñeron, se arrastraron por el hielo, se dieron varios baños… Era como encontrarse dentro de un documental sobre el Ártico.
El Círculo Polar Ártico, ballenas, osos polares, pueblos fantasma… una expedición a la altura de todas esas almas aventureras que buscan viajes diferentes. ¿Te gustaría formar parte de esta expedición? ¡Deja tu comentario y dinos si te gustaría acompañarnos en tu próximo viaje a Svalbard!
Buenas tardes desde el confinamiento de Madrid. He estado en Nepal Groenlandia, Alpes, Noruega, Islandia…el 2019 era mi año, tenía ya el viaje planeado..Svalbard! Tenía comprados los vuelos, a Oslo y de Oslo a las Svalbard…tenía los hoteles en oslo y en las islas..y al final, por un tema laboral..tuve que deshacerlo todo…me quedé absolutamente chafado y pensé «bueno, cualquier año lo puedo repetir». No hago más que arrepentirme a diario de aquella frase ahora que a nuestro alrededor no hay más que incertidubre, enfermedad y desolación…El 2019 era mi momento, mi año, mi tiempo..que no va a volver…Soy senderista extremo, andar por glaciares, perderme por la nieve, hacer refugios, ir a ver ballenas, perderme en el himalaya o andar 20km bajo una tormenta en groenlandia…es decir, lo que me echen.! Recordad amigos, tu tiempo, tu momento, es en cuanto puedas ejecutar tu plan deseado…Al final no te quedarán más que esos recuerdos y experiencias…Le dedico este comentario a mi tío y amigo Pedro que nos dejó no hace un año…una personal normal que enfermó de repente, en un año y medio ya no estaba en este mundo..Luchad por vuestras ideas y que no os pare nadie..Todos somos especiales!! saludos y abrazos
¡Hola Pablo! Lo primero, ¡mil gracias por leernos y por tu comentario! Sentimos mucho la pérdida de tu tío y te mandamos muchas fuerzas y mucho ánimo. Pero estamos seguros de que todo esto pasará y que pronto volveremos a viajar. Las almas aventureras como la tuya y las nuestras podremos volver a disfrutar de lo que más nos gusta: recorrer el mundo. Y, aunque no hayas podido ir a Svalbard todavía, seguro que pronto podrás hacerlo. Es un lugar increíble que seguirá creando recuerdos inolvidables en ti. Y, como ves, nuestros viajes de autor están pensados para todos esos viajeros que buscan experiencias diferentes. Así que, como bien dices, ahora toca seguir luchando porque… ¡nada podrá impedirnos soñar!