Una de las mejores experiencias que he tenido en mi vida fue el verano que pasé como voluntaria en Nepal. Justo después del catastrófico terremoto decidí que intentar ayudar a aquella gente que tanto había perdido iba a ser mi plan de verano. Aterricé en Katmandú sin saber que ese viaje se acabaría convirtiendo en el mejor de mi vida. Así que aquí tenéis mis 10 motivos para hacer un  un viaje solidario :

1. Ayudar a los más necesitados

Porque sí, esta es la principal razón y la más importante por la que los que tenemos esa inquietud nos planteamos hacer un voluntariado. Hay tanta gente que necesita ayuda que, por muy poco que podamos hacer, siempre será mejor que no hacerlo. Te llevas tanto agradecimiento de la gente y tantos recuerdos imborrables que la balanza acabará inclinándose hacia nuestro lado.

2. Formar parte de la vida local

Si hay algo que nos hace felices a los que tenemos el alma viajera es adentrarnos de lleno en la vida de los locales. Pues una de las mejores ventajas que te permite el hecho de hacer un viaje solidario es la convivencia con la gente. Todos seréis un equipo y formarás parte de su día a día convirtiéndote en uno más.

3. Relacionarte con la gente local

Este punto está muy relacionado con el anterior, pero necesito destacar la forma en la que la gente te recibe. La gratitud que muestran hacia ti por intentar ayudarles te la pagan con creces abriéndose por completo. Desde invitarte a tomar el té y abrirte las puertas de sus casas hasta ofrecerte lo poco que tienen son cosas que se te quedarán grabadas para siempre. Porque cualquier vínculo que crees durante tu viaje solidario será más duradero que muchos otros.

4. Conocer otra cultura de primera mano

Tanto formar parte de la vida local como relacionarte con su gente hará que puedas conocer la cultura del país en primera persona. Porque no hay nada como que sean los locales los que marquen tu día a día. Pequeños gestos como salir a comprar algo, dar un paseo o acudir a un templo acompañado de un autóctono harán que tu experiencia sea mucho más auténtica.

5. Abrirás tu mente

Puede sonar tópico, pero si hay algo capaz de abrir la mente de las personas son los viajes. Pero si encima tu viaje se convierte en una experiencia solidaria tu forma de ver las cosas cambiará aún más. Notarás cómo tu empatía aumenta y cómo lo que antes considerabas relevante ahora ha pasado a un plano secundario. Y esto es lo que yo aprendí a valorar por encima de todo: lo realmente importante en la vida son las personas.

6. Crecerás como persona

Abrir la mente va unido a crecer como persona y es que uno lleva a lo otro. No quiero decir que para ser buena persona haya que hacer un viaje solidario, pero sí que ayuda a valorar unas cosas y priorizar otras. Se produce un crecimiento personal que te hará sentir orgulloso de los cambios que se van produciendo en tu forma de pensar y de ver las cosas. Porque si hay algo que supone la vida es avanzar y crecer. Cada uno a su manera.

7. Huir del turismo de masas

Yo soy de las que cuando viajo intento huir de los lugares más masificados y este problema tiene fácil solución cuando hablamos de un viaje solidario. Normalmente un voluntario se realiza en lugares alejados de la explotación turística porque es ahí a donde los beneficios del turismo no llegan. Así que si lo que buscas es vivir una experiencia rodeado de locales esta puede ser una buena opción.

8. Sonrisas

Una de las cosas que siempre digo cuando me preguntan por mi experiencia como voluntaria es que la cantidad de sonrisas que me llevé no se pagan con nada. Cada vez que pienso en el recibimiento que me daban los niños cada día cuando entraba en el colegio me emociono. Aulas medio en ruinas, material escolar escaso y siempre, siempre, una sonrisa en sus caras para mí.

9. Vivir una experiencia única

Creo que, con todo lo que os he contado hasta ahora, podéis entender por qué un viaje solidario es, para mí, sinónimo de vivir una experiencia inolvidable y única. Todos y cada uno de mis días como voluntaria vivía cosas que se han quedado grabadas en mi corazón para siempre y que, por mucho que intente transmitirlas, es imposible explicar esta sensación. Solo puedo decir que un viaje solidario te deja una huella para siempre.

10. Querrás repetir

Después de mencionar mis razones para hacer un voluntario no podría irme sin advertirte una cosa: querrás repetir. Porque sí, porque te habrá llenado tanto, habrás aprendido tantas cosas y vivido tantas otras que te será casi imposible contener las lágrimas cuando llegue el final. Y de todos es sabido que si hay algo que engancha es un buen viaje. Pues si es solidario te enganchará más.

Si todavía no tienes claro si elegir Nepal como tu próximo destino, aquí te dejo 10 motivos para viajar a Nepal. ¿A qué estás esperando?

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