Cada día que despiertas en Tanzania es especial ya que no sabes lo que te va a deparar ese día. El factor azar que tiene un viaje de safari convierte cada día en imprevisible y lo único que te genera son ganas e ilusión de salir a la carretera a ver con qué te encuentras ese día.
Pero este día es, si puede, un poco más especial que los anteriores porque hoy ponemos rumbo a lo que para muchos -y yo me incluyo entre ellos-, es la joya de la corona del viaje: un safari en Serengeti. Después de haber hecho un safari por libre en Sinya, hacer trekking por el Kilimanjaro y codearnos con manadas de elefantes en el Parque Nacional de Tarangire, es hora de recorrer la inmensidad del Serengeti.
¿Qué significa Serengeti?
Si hay algo que me impresionó de Tanzania fue comprobar que siempre puedes mirar más allá. En España, exceptuando el mar, siempre que miras al horizonte te encuentras con edificios, colinas o montañas que te impiden ver más allá, pero en un viaje a Tanzania siempre te rodea una sensación de inmensidad muy difícil de describir. Y, si hay un lugar en el que la inmensidad llega a su máximo exponente este es el Parque Nacional del Serengeti.
Serengeti en swahili significa “llanura sin fin” y la verdad es que no podría tener un nombre mejor. Esas imágenes que tenemos grabadas en la mente de los documentales con la sabana infinita y las acacias solitarias en el horizonte no son África en general; son el Serengeti de Tanzania o el Masái Mara en Kenia. Algo tendrán que tener estos dos parques para haberse convertido en la imagen de todo un continente, ¿no?
Llegados a este punto merece la pena puntualizar que realmente el Serengeti y el Masái Mara son el mismo parque, pero la frontera entre Kenia y Tanzania lo divide en dos. Pero la realidad es que hacer un safari en el Serengeti es como hacerlo en el Masái Mara.
Cómo llegar al Parque Nacional del Serengeti
Madrugamos en nuestro hotel de Karatu para poner rumbo al Serengeti porque para llegar hay que atravesar los terrenos del Parque Nacional del Ngorongoro. Y, aunque todavía no lo conocemos, no nos paramos ya que eso forma parte del viaje de vuelta (¡Os lo contaré en el próximo post!). Este trayecto es el más largo de todo nuestro viaje a Tanzania ya que se tardan unas tres horas en coche hasta llegar al parque. En el camino nos cruzamos varias aldeas masái y les observamos cuidando de sus inmensos rebaños -recordad que son su símbolo de riqueza-, con cebras, jirafas y, como siempre, con paisajes de postal. Pero es que, en un viaje a Tanzania, mires donde mires, es una auténtica postal.
De safari en el Serengeti en busca de los 5 grandes (menos uno)
Empezamos el safari por el Serengeti, un lugar que es aún más impresionante de lo que se podía esperar, como en todos los safaris: abrimos el techo de nuestro 4×4, nos ponemos de pie y la sensación de nervios de “a ver qué vemos hoy” empieza a invadir el cuerpo.
El Serengeti es inabarcable, por lo que, nada más llegar, un camino principal hace de introducción al parque para luego dividirse en cientos de opciones de caminos distintas. ¡Empezamos realmente bien! Un par de leones macho descansan justo al lado del camino, levantan la cabeza al vernos llegar para simplemente ver que somos nosotros y seguir descansando ?. No tienen una vida muy dura los leones ya que se pasan la mayor parte del tiempo durmiendo y si además son las hembras las que pueden encargarse de la caza, pues mucho mejor.
La verdad es que la tarde empezaba muy bien, pero no sabíamos que iba a ser tan especial como acabó siendo. En nuestro camino nos encontramos con todo tipo de animales y eso es lo bueno del Serengeti, que menos rinocerontes, ¡hay muchas posibilidades de ver de todo! Durante todo el safari en el Serengeti nos cruzamos con más leones y leonas que intentaban esconderse entre las hierbas altas para que no las viésemos, una hiena solitaria nos esperaba dentro de un charco del camino refrescándose un poco, con manadas de elefantes, con jirafas alimentándose entre acacias, con ñus acompañados de sus inseparables cebras y, por suerte, más leones. Pero esta vez nos pasamos un buen rato disfrutando de… ¡una leona hembra con dos cachorros que paseaban justo a nuestro lado!
La suerte seguía de nuestro lado ya que nos encontramos a un enorme hipopótamo que había salido del agua para comer. No es nada habitual ver a estos animales fuera del agua y es realmente sorprendente cuando los ves andar con tanta velocidad fuera de su medio natural.
La gran sorpresa final de nuestro safari en el Serengeti
No podíamos pedir más, habíamos disfrutado incluso más de lo que esperábamos y el sol empezaba a caer en el horizonte del Serengeti. La tarde había sido más que completa y nos íbamos más que satisfechos a descansar a nuestro Tended Camp, pero lo bueno de África es que siempre tiene algo más con lo que sorprenderte.
Íbamos ya de camino al hotel cuando mi novia comentó: ”¡ahora de vuelta nos queda ver un leopardo!”. Y, como si el Serengeti la hubiese escuchado, pocos minutos después, fue ella misma la que localizó un leopardo en un encaramado en un árbol. ¡Y allí estaba subido! ¡No nos lo podíamos creer! El que en principio es el animal más complicado de ver de todos había esperado a que cayese el sol para dejarse ver y darnos la mayor alegría del día. Pero, por si eso fuera poco, tuvimos aún más suerte cuando pocos segundos después, con el motor apagado, el leopardo bajó del árbol y… ¡vino caminando, con una majestuosidad increíble, en dirección a nuestro coche! Así que sí, al tenerlo justo debajo pudimos disfrutar y analizar su perfecto pelaje y la intensidad de su mirada. ¡Sin duda uno de los momentos más increíbles de viaje!
Podíamos dar ya por concluido un día de sarafi en el Serengeti inolvidable, pero por si hubiese sido poco todo lo que habíamos visto, justo antes de llegar a nuestro campamento, encontramos un búho majestuoso en la rama de un árbol. ¡Era tan bonito!
¿Dormir en una tienda de campaña en medio del Serengeti? ¡Claro!
Siempre he dicho que cada minuto que pasas en África es una experiencia, ya que siempre puede pasar algo especial. En este caso nuestro Tented Camp se llamaba Kati Kati, que en swahili significa “en el medio” y contaba con siete tiendas de campaña más una central donde cenar y desayunar.
Digno de comentar es que las tiendas de campaña son una pasada. Tienen todo lo necesario para disfrutar de la estancia además de baño y ducha. ¡Y qué ducha! Para poder usarla hay que avisar, ya que funciona con un bidón de agua caliente y, si se acaba, no te queda otra que gritar: “More Water, please!” para que lo rellenen y poder acabar de ducharte. ¡Toda una experiencia que hay que vivir!
Después de tomar una riquísima cena -totalmente casera- comentando el día con nuestro guía nos fuimos a la tienda a dormir, acompañados por una persona del hotel que nos acompañaba con una linterna hasta nuestra tienda. Solo tuvo que girar un poco la luz para enfocar los ojos de 4 hienas a escasos 30 metros de nosotros. ¡Es increíble la sensación de tenerlas al lado! Además, no hay que tener miedo ya que son ellas las que se asustan con nuestra presencia. ¿Lo mejor? Que dentro de la tienda, al tener las paredes de lona, podíamos escuchar cómo se comunicaban entre ellas. ¡Mamá naturaleza te lo da!
Segundo -y último- día de safari en el Serengeti
Amanecemos realmente pronto en el Serengeti para tomar un buen desayuno y ponernos en marcha. ¡El segundo día de nuestro safari en Serengeti promete!
Eran las 6:00 am cuando salimos del campamento y la verdad es que el día no puedo empezar mejor: 5 leonas se empiezan a distribuir reptando estratégicamente para rodear a una manada de cebras. ¿Íbamos a presenciar la caza en directo? Ver el sigilo y la tranquilidad con la que se mueven para no ahuyentarlas es todo un lujo. Después de casi 20 minutos observando la paciencia con la que actúan, el ataque falla, como la mayoría de las veces, y las cebras logran escapar. ¡Nuestro día había empezado de la mejor manera posible! Nunca nos habíamos imaginado la estrategia y complicidad de las leonas a la hora de salir a cazar. Solo una mirada y ya saben qué hacer, dónde colocarse y cómo actuar. ¡Incluso las crías se quedan escondidas durante una hora, sin moverse, siguiendo las órdenes de su madre!
Seguimos adelante y el día sigue siendo tan increíble como el anterior: hipopótamos, elefantes a menos de 5 metros de distancia, jirafas chocando sus cuellos en una pelea sin tregua… ¡el Serengeti en estado puro!
Nuestro objetivo del día era salir en busca de un guepardo y la verdad que abarcamos mucho terreno para poder encontrarlo, pero no hubo suerte. Eso sí, la gran migración empezaba a poner rumbo hacia Kenia, y las manadas de cebras y ñus inundaban la llanura del Serengeti. ¡Era como formar parte de un documental!
Dónde dormir -de lujo- después de hacer safari en Serengeti
A eso de las 15:00pm, y después de 9 horas de safari, ponemos rumbo de vuelta al hotel. El día había sido increíble y no nos podíamos quejar de la suerte que habíamos tenido. ¡Así que tocaba descansar!
Kubu Kubu es el nombre del Tented Camp en el que pasamos la noche y sí, fue llegar y descubrir el por qué del llamado lujo africano. ¡En este hotel cobraba todo el sentido! Cabañas que hacen las veces de habitaciones rodean una cabaña central donde se encuentra el restaurante y la piscina que, por si fuera poco, es una infinity pool con unas vistas impagables al Serengeti. Además, todas las cabañas están elevadas para tener una vista inolvidable de la llanura infinita más famosa del mundo. Un lugar perfecto para pasar la tarde, cargar las pilas y seguir disfrutando de este viaje inolvidable.
Nuestro safari en Serengeti ha llegado a su fin, pero… la mañana siguiente pondremos rumbo al famoso Crater Ngorongoro, pero antes de salir de las fronteras del Serengeti, éste se despedirá a lo grande de nosotros, pero eso… ¡ya lo veremos en el siguiente capítulo!
Kwa heri!!!
Hola chic@s, muchas gracias por vuestro blog. Nos podéis decir la compañía con la que habéis hecho el safari?
Muchas gracias
Un saludo,
Lorena
¡Hola Lorena!
Yo soy asesor experto en PANGEA The Travel Store (pangea.es) y he diseñado el viaje yo mismo. Si quieres puedes pedirme presupuesto aquí, hablamos tranquilamente y diseñamos un viaje a Tanzania a tu medida 🙂 Un abrazo grande y gracias por leernos!!