¿Imaginas viajar a un destino exótico sin la necesidad de recorrer medio mundo? Marruecos es un país de contrastes y diversidad en sus paisajes, su gente y sus ciudades, ¡todas ellas llenas de tesoros ancestrales! Regatea en sus zocos, piérdete por sus callejuelas hasta llegar a la medina y sumérgete en el desierto más inmenso: el Sáhara… ¡a lomos de un dromedario! Llama a la puerta del vecino africano porque… ¿quién es? ¡Tu próximo viaje a Marruecos! ¿Te vienes?
1. Por sus ciudades imperiales
Viajar al Marruecos más auténtico es perderse por sus medinas, joyas del pasado y sus verdaderos museos al aire libre en el corazón de ciudades como Marrakech, Fez o Tetuán y es descubrir todos sus tesoros entre callejuelas que parecen laberintos, barrios antiguos de puro arte e historia y coloridos zocos repletos de artesanía y vibrante tradición. ¿Te gustaría descubrir un lugar tan mágico donde cada rincón es como una postal? Chefchaouen es un mar de tonos azules que te dejará huella color añil… ¡ya sabrás por qué! Pero es en la fronteriza Tánger donde encontrarás la llave al continente africano. Desde ahí darás paso a un no parar de alucinar con sus ciudades ancestrales. ¿Te vienes a detener el tiempo en este sueño marroquí?
2. Por sus paisajes de contrastes: de la montaña al desierto
¿En busca de lo exótico? ¡La naturaleza de Marruecos está viva y habla por sí sola! Desde acantilados en la Garganta del Dades, la panorámica de las montañas del Gran Atlas o la cara verde de Marruecos que podrás recorrer en 4×4 hasta la fusión con las dunas saharianas en Merzouga… ¿habrá un lugar mejor para contemplar el atardecer que el desierto marroquí? Descubre sus dos litorales de increíbles playas en el norte o pasea en dromedario entre palmerales para terminar contando estrellas desde una jaima en mitad del desierto de Zagoura… Lo más parecido a un espejismo te espera en el Valle del Draa, ¿ya lo ves? ¡Encontrarás tu propio oasis viajando a Marruecos!
3. Por sus playas del norte entre dos litorales
¡Así es! Marruecos también sobresale por su hermoso paisaje costero que además es muy variado al estar bañado por aguas atlánticas y mediterráneas… ¡las posibilidades que ofrece son infinitas y para todos los gustos! Desde tranquilas playas como la de Martil en Tetuán y pequeñas calas de arena fina en Alhucemas, hasta “las perlas del Atlántico”: las pesqueras y amuralladas ciudades de Asilah y Essaouira, que albergan algunas de las mejores playas de todo Marruecos de limpísimas aguas y gran olaje… ¡Algunas hasta tienen arenales tan extensos que se confunden con el desierto! ¿Qué te parece completar tu viaje a Marruecos con un baño en sus paradisíacas playas?
4. Por su tradición, religión y cultura milenarias
El país de los rituales, las manifestaciones religiosas y las costumbres. ¡Bienvenido a Marruecos! Heredero de siglos de tradición, está marcado por la diversidad de su población de árabes y bereberes y un legado patrimonial con raíces orientales, europeas y africanas. No podrás pasar por alto la influencia que los distintos pueblos dejaron siglos atrás, ¡entre ellos visigodos, romanos y bizantinos! Su rica cultura está muy presente en su día a día y hará que no puedas evitar impregnarte de ella y ¡vivir una experiencia al completo! La religión musulmana es un código de vida y el folklore y la música su expresión popular fundamental. ¡Vive un mosaico de tradiciones en Marruecos!
5. Por su gastronomía reconocida mundialmente
¡Y una de las más sabrosas del mundo! Marruecos te recibirá como a un pachá degustando un rico té de menta, todo un estilo de vida para ellos. Casera, sencilla y familiar, ¿cuál es su protagonista? El couscous, por supuesto, acompañado normalmente de verduras y carne. Otra de sus comidas más tradicionales es la harira, una sabrosa sopa hecha con cordero y lentejas. Tampoco podrás quedarte sin probar el delicioso tajín de pollo, preparado en una cazuela de barro con limón y aceitunas… ¡sin que falten las especias y condimentos aquí y allá! La cocina marroquí es toda una experiencia así que pon a prueba tus sentidos y saborea nuevas sensaciones. ¡Sí, sí, con sus platos!
6. Por los deportes acuáticos y de aventura
¿Surf? ¿Kitesurf? ¿Windsurf? Estás en el destino correcto si lo tuyo es el mar y los deportes. Kilómetros y kilómetros de costa atlántica se convierten en un auténtico paraíso para coger olas y aprovechar sus fuertes vientos. ¡También para practicar vela! El buceo es otra de los deportes estrella en Marruecos, un destino diseñado para aventureros donde el trekking y el rafting en el Alto Atlas son otros dos de sus puntos fuertes. ¿Qué te parece disfrutar de una caminata hasta la montaña más alta del norte de África? ¡En la Garganta del Dades podrás hacer escalada de primera! ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez? ¡Un viaje a Marruecos puede ser la ocasión ideal para sacar tu lado más aventurero!
7. Por su gente hospitalaria y siempre alegre
Y es que una de las cosas que te cautivarán desde el momento en que pongas un pie en Marruecos serán sus habitantes. Te harán sentir como en casa y sacarán siempre tiempo para invitarte a un delicioso té y hablar contigo. ¡Los marroquíes son muy amigables y cariñosos! Esto es especialmente habitual en pueblos pequeños más que en las grandes ciudades donde los turistas pasan más desapercibidos. Muchos de ellos incluso hablarán tu idioma, así que no pierdas la oportunidad de acercarte a ellos y abrir tu mente a una cultura mucho más tolerante y respetuosa de lo que jamás habías imaginado. ¿Se puede pedir más?
8. Por un sinfín de actividades en un destino sin estacionalidad
¿Lo mejor? Marruecos es un destino para viajar en cualquier época del año. Durante el verano las temperaturas son altas pero su amplio abanico de costas y playas por descubrir hacen que sea un lugar excelente para disfrutar el periodo estival. El resto del año es ideal para conocer sus maravillosas ciudades, practicar surf, hacer senderismo, recorrer sus dunas en camello o dormir en el desierto. En PANGEA lo sabemos y hemos diseñado diferentes viajes a Marruecos para poder conocer todos y cada uno de sus lugares más interesantes ¡combinando experiencias distintas! Y es que una vez que estés allí no querrás dejarte nada por ver. ¡Estamos seguros de que repetirás!
9. Por sus opciones de alojamiento para todos los gustos
¿Sabes que la palabra “riad” significa jardín? Un nombre del que se han adueñado las casas tradicionales árabes, repletas de azulejos y un patio interior perfectamente decorado. ¡El tipo de alojamiento por excelencia en Marruecos! Existen distintas modalidades de riad: unos minimalistas, otros modernos y también encontrarás aquellos a todo lujo y comodidad… En Marruecos también hay hoteles de todo tipo, aunque muchos riads superan incluso a los de alta categoría. Albergues y campamentos rústicos en la zona del Atlas y establecimientos con encanto en las kasbahs, antiguas casas señoriales… ¿Qué te parecería sentirte todo un nómada durmiendo en una jaima en el desierto? ¡En Marruecos todo es posible!
10. Por ser un destino accesible, cercano y seguro
Marruecos es un país cercano y lejano a la vez… La distancia que nos separa es poca, pero la cultura es tan distinta que hace parecer que sea mucho mayor. Lo cierto es que es un destino muy accesible por la frecuencia de vuelos y también la posibilidad de viajar en barco desde el sur de España, que hace que sea más económico. Además, ha mejorado mucho con respecto a la seguridad de sus visitantes y no es necesario tomar medidas más allá de las debidas precauciones personales y sentido común. ¿A qué esperas para descubrir al vecino desconocido? Un viaje a Marruecos te dará la posibilidad de sentir con los cinco sentidos.
Siéntete un sultán en Marrakech, sube hasta la montaña más alta del Gran Atlas, mézclate con su gente y contempla el atardecer dorado desde el desierto de Merzouga sin que falte una rica taza de té. ¿Tienes todos los sentidos preparados? ¡Pues adelante! ¡Vive la experiencia más auténtica en un viaje a Marruecos!
