Durante la última década la compra de viajes ha variado, tanto en forma como en fondo. Cada vez los viajeros son más jóvenes y más recurrentes, lo que convierte al sector del Turismo en uno de los de mayor crecimiento, principalmente en España. La irrupción de las páginas de venta de billetes y servicios ha favorecido a la democratización de los viajes con precios, a priori, más competitivos y la comodidad de hacerlo en su propio hogar. ¿Comodidad? ¿Seguro? ¿Nunca se ha visto enfrascado durante horas frente a la pantalla solo para encontrar un hotel para un par de noches? ¿Y cuántas veces ha desistido de comprar finalmente el billete de avión por no entender los suplementos de última hora? Todo el mundo lo ha sufrido, eso, y mucho más.
Aquí le presentamos el decálogo definitivo para elegir una agencia de viajes frente a los cientos de páginas de internet para su próximo viaje:
1. Asesoramiento especializado
Si bien internet puede resultar muy cómodo para encontrar un vuelo puntual y directo o algún hotel del que tenga referencias, realizar un gran viaje sin contar con el asesoramiento de un profesional se convierte en una carrera con obstáculos: blogs que se contradicen entre ellos, cientos de buscadores con precios distintos, escalas que son en sí el viaje… Nosotros lo potenciamos con asesores especializados en destinos o tipología de viajes. Esto significa que vaya usted al Caribe o a Irak, contará con el asesoramiento de una persona que conoce el país de primera mano, ha probado las experiencias que le recomienda y, sobre todo, le podrá ofrecer información relevante para disfrutar de su viaje.
2. Servicios añadidos
Ya tiene el avión, el hotel, ¿y ahora qué? En internet comenzaría a rastrear decenas de blogs para encontrar las experiencias que más se ajusten a sus gustos, pero luego llega la odisea de encontrar proveedores, comparar precios, fiarse o no… Una aventura mayor que la que le aguarda en destino. En cambio, en una agencia de viajes serán los propios asesores los que le recomienden experiencias basándose en sus gustos y necesidades. No es lo mismo viajar en familia, hacerlo con amigos o con su pareja. Para cada tipo de viaje y de viajero son recomendables unas actividades o excursiones por encima de otras. Los agentes de viajes conocen todas ellas, ése es parte de su trabajo, y estarán dispuestos a mostrarles tantas opciones como necesite.
3. Face to face
Comprar por internet es cómodo, no nos engañemos. Se sienta en el sofá, en el momento en el que los niños ya están en la cama, y puede hacer sus compras en zapatillas y sin horarios. Pero admítalo, la confianza que genera el contacto humano aún no lo ha conseguido el espacio digital. Detrás de la organización de un viaje en cualquier agencia de viajes está una persona, que le atiende, le entiende y le sugiere. Puede hablar con él, contarle sus expectativas o miedos y solucionar todas las dudas que se le planteen. Son los psicólogos de los viajes, al igual que los camareros lo son de las barras, ¡y quién puede vivir sin su camarero de confianza!
4. La burocracia del viaje
Parece que organizar un viaje es todo bonito: buscar destinos, elegir hoteles, hacer la maleta… Pero hay otros pasos que no son tan agradecidos. La burocracia también existe en los viajes. Y lo peor es que en muchas ocasiones no se tiene en cuenta hasta que no es demasiado tarde. En una agencia de viajes, serán los propios asesores quienes lo gestionen, y en el caso de vacunas o pasaporte, le avisarán para que pueda hacerlo usted mismo con tiempo suficiente. No olvidar ninguno de estos detalles es también disfrutar del viaje con seguridad.
5. Promociones y regalos
Internet es elegido habitualmente por el precio. Las ofertas con las que se publicitan son agresivas, lo que dificulta que pueda resistirse a ese Caribe por 600€, aunque la realidad es que los suplementos que se van añadiendo según se van superando pantallas acaba equiparándolo al precio de una agencia. Las agencias de viajes han hecho un gran esfuerzo por resultar atractivas, también en precio, a las grandes páginas de internet, por lo que cada vez la diferencia es menor. Además, las agencias apuestan por promociones o regalos que hagan más relevante la compra con ellos: desde los hastiados juegos de maletas, hasta una segunda luna de miel totalmente gratis.
6. Fidelización
Adoramos esa sensación reconfortante de entrar al bar del barrio y que el camarero de toda la vida nos diga “¿Lo de siempre?”. De la misma manera, contar con un agente de viajes que le conozca, sepa los destinos que ya ha conocido, cuáles le han gustado más y cuáles menos, y qué va buscando dependiendo del momento, vale oro. Dejan de ser simples comerciales para convertirse en asesores. Son los que indican de qué modo y en qué orden se puede descubrir el mundo para que cada uno de los viajes sea más y más especial.
7. Forma de pago
La seguridad en el proceso de compra es el talón de Aquiles de las grandes webs de viajes. Asegurar al cliente que podrá depositar sus datos de forma segura, evitar ataques que debiliten el sistema, etc., son solo algunas de las áreas donde toda mejora es bienvenida. En cambio, en las agencias de viaje no tendrá esta inquietud y podrá hacer su pago vía tarjeta sin temer cobros erróneos o robos de datos. Además, también le permite al cliente elegir otras formas de pago imposibles en internet, como en efectivo o financiación a su medida.
8. Experiencia de usuario
Las grandes empresas se matan por mejorar eso que llaman “experiencia de usuario” y que no es más que entre contento, compre y salga aún más contento. Simple, pero difícil. La experiencia de un comprador por internet puede ser muy buena, bien porque la página funcione rápido, la información sea la adecuada o el proceso sea sencillo. Hasta ahí podemos llegar. En cambio, en las agencias físicas cuentan con muchas más armas para hacer de la transacción una fiesta y ofrecer a sus clientes un valor añadido a la compra del viaje. Hay agencias que organizan eventos de forma gratuita para sus visitantes u organizan encuentros para hablar de los destinos tendencia.
9. Personalización
El viajero es cada vez más exigente, reclaman nuevas actividades, destinos diferentes, el más lejos todavía… En definitiva, nadie quiere hacer el viaje que ya ha hecho su cuñado. A pesar de eso, el número de países en el mundo es limitado, pero no tanto las experiencias que se pueden vivir en cada uno de ellos. En internet usted encontrará paquetes cerrados, vuelo más hotel, como tantos otros. Para realizar un viaje personalizado, es necesario que acuda a una agencia de viajes. Puede que sea a México, Cádiz o Japón, en cada uno de estos destinos se puede vivir un viaje único e irrepetible y a la vez seguir a las muchedumbres de turistas solo preocupados por sacar la fotografía de rigor. La diferencia entre uno y otro es la personalización del viaje, ofrecer a cada viajero lo que espera y demanda es un trabajo que debe realizar un apasionado por los viajes.
10. Quejas y reclamaciones
Aunque esperamos que nunca tenga que acudir a este punto, es otra de las grandes ventajas de contar con una agencia física. Dispondrá de un servicio de atención durante el viaje que le podrá solucionar cualquier problema o reclamación. Además, al ser el contratante de todo el paquete, tendrá la opción de solucionar los problemas derivados del primero, como puede provocar un retraso en el resto de traslados. Es muy tranquilizador poder hablar con una persona real, y no un contestador, cuando se tiene cualquier imprevisto durante el viaje. Nosotros vamos más allá y ofrecemos un servicio de atención al viajero durante todo el proceso, desde antes de la salida hasta en el durante del viaje. Está disponible 24 horas al día, los 365 días del año, y siempre encontrará detrás del teléfono a un asesor, es decir, la misma persona que se lo podía haber organizado o contratado.
El espacio físico ofrece oportunidades a las que nunca llegará una página web. Sentarse a hablar con un apasionado de los viajes sobre su próximo destino supone un lujo que está al alcance de cualquiera. Afortunadamente, el sector del turismo sigue creciendo, al igual que los perfiles de clientes y sus necesidades. ¡Larga vida a los viajes!